Bienvenida

Desde el minuto cero que somos padres nos movemos en un mar con olas de ilusión, alegría y felicidad, aunque no podemos obviar que en la inmensidad de ese mar hay también espacio para las dudas, los miedos y la exigencia ante el viaje que iniciamos. Sin embargo, en medio de esas mareas repletas de emociones y valores, hay algo que sentimos con la misma transparencia que el agua en sus horas de calma…queremos para nuestros hijos felicidad. Sabemos que, para alcanzar ese objetivo, deben crecer observando, percibiendo, sintiendo y aprendiendo porque solo así serán capitanes de su propio barco el día de mañana. Tomamos el timón con fuerza como capitanes de sus aún pequeños botes, sabiendo que la vida a bordo es el amor y la enseñanza de valores. ¡Cuidado con confiarnos! Porque llegan tormentas en el viaje, algunas esperadas y otras imprevistas, en las que esos pequeños marineros imitarán nuestras reacciones y escucharán nuestras opiniones y consejos para saber pasar la tormenta. Esta será sin duda la parte más importante de tan precioso viaje, donde nuestras acciones no podrán contradecir nuestras palabras y el momento en que otras personas se incorporen a la tripulación para participar en la educación de los aventajados marineros, colaborando en tan importante labor. Elegir la tripulación como todas las elecciones importantes requiere reflexión y coherencia con los principios y valores que como capitanes queremos transmitir a nuestros marineros. Será en ese momento cuando como capitán seré consciente de que no estoy solo en la tormenta, ni ante mareas inesperadas o en el contraste de la calma que permite disfrutar de la brisa, porque la tripulación que escogí y en la que deposité mi confianza, velará por mis pequeños marineros para que empiecen a dirigir su propia barca.

¡La tripulación de San Pascual os da las gracias por confiarnos la Educación de vuestros hijos!